leyenda catedral de monterrey

1.- LEYENDA DEL CALLEJÓN DEL DIABLO.
Esta zona se encuentra en la zona oriente del Barrio Antiguo, cercano a las Tenerías, por Platon Sánchez y su cruce con el canal de Santa Lucía.
La.leyenda dice así:
“… en sí le contó que: “trasnochador y mujeriego, venía en busca de nuevas aventuras, cuando le salió al paso un hombre envuelto en negros ropajes. En su cara horrorosamente fea brillaban como centellas sus ojos y dejaba ver dos largas y delgadas piernas, y que, teniéndolo tan cerca de él, sobrecogido de terror, logró sacar el cuchillo que siempre llevaba al cinto y lo había hundido varias veces en el pecho de aquel extraño ser, sin herirlo y sin lograr que se alejara, hasta que, no pudiendo resistir por mas tiempo las centellantes miradas que lo cegaban, perdió el conocimiento…”
En este relato se fundamenta el nombre que se le dio al Fortín del Diablo, cerca de las Tenerías, en el centro de Monterrey.
La gente, al caer la noche se encerraba en sus casas, quedando afuera un panorama oscuro y desolado, del cual solo daba cuenta el sereno, algo así como un vigilante nocturno.
Al momento en que este hombre se encontró cara a cara con el diablo, grito y grito, pero por temor, nadie salió a ayudarlo. Fue encontrado a la mañana siguiente y eso fue lo que contó…
¿Alguien conoce alguna historia similar o diferente del porque se le llama así a este lugar?
Aclaración: la imagen es solo para ilustrar la leyenda.
leyenda callejon del diablo monterrey barrio antiguo
Fuente: “Leyendas de Nuevo León” de Lilia E. Villanueva Cavazos. 1980

2.- LEYENDA DE LOS HIJOS DESOBEDIENTES DEL BARRIO TOPO CHICO.
Cuentan las crónicas que allá por el año 1949, en el barrio del Topo Chico acostumbraban reunirse dos hermanos y el primo de ambos para pasear en el Cerro del Topo para jugar y para conseguir colorines que usaban como canicas ya que sus escasos recursos no les permitían a sus padres comprarselas.
Un sábado por la mañana pidieron permiso para hacer uno más de sus paseos, negandoselos el padre debido a que pensaba que corrían peligros. Finalmente, se cuenta, la madre accedió y les permitió ir, sin saber que un descenlace trágico les esperaba.
Llego la noche y los niños no regresaban, pasando así días sin que los padres tuvieran noticias de ellos, incluso se dice que fueron a buscarlos a lugares un poco más alejados como Saltillo, Reynosa y Laredo…
Pasaron así los días, hasta que al décimo el padre desesperado compró el periódico y se llevo una gran sorpresa al ver que en la primera página se informaba el hallazgo de unos restos humanos que habían sido encontrados en un cañon del cerro al que los muchachitos solían ir.
El descubrimiento fue hecho por un pastorcito de 13 años, el cual días después de dicho hallazgo murió a causa de la impresión recibida por esta causa.
Una chamarra de gamuza fue la que ayudo a identificar a uno de los niños, de los cuales nunca se supo la verdadera causa de su muerte, aunque con la información de las autoridades se supo que el lugar era utilizado como campo de entrenamiento de soldados y que posiblemente en forma accidental habrían dejado algunas granadas que los jóvenes pudieron activarlas al encontrarlas.
Cuenta la gente que habitaba cerca del lugar que cuando reina el silencio se escuchan provenir del cerro risas de los niños como si estuvieran jugando y el ruido de disparos y granadas de los soldados que allí entrenaban en esa época…
leyenda hijos desobedientes topo chico monterrey barrio
Fuente: “Leyendas y Testimonios de Nuevo León”, de Horacio Alvarado Ortiz.

3.- LEYENDAS DE LOS BARRIOS DE MONTERREY: LA CATEDRAL.
Nos cuenta don Horacio Alvarado Ortiz en su libro “Leyendas y Testimonios de Nuevo León”, un sinfín de relatos tanto de terror como de varios lugares de la ciudad, destacando una leyenda que sucedió en la casa que se encuentra en la esquina sureste de Ocampo (Hoy Raymundo Jardón, antes calle San Francisco) y Diego de Montemayor (antes Calle de la Presa), justo atrás de la Iglesia Catedral.
Se cuenta que antiguamente a la muerte de una persona se iniciaba el velorio, que era de lo más común sucediera en la casa del finado, logrando conjuntar en él a familiares y amigos. Resulta que en esa casa que les comenté anteriormente vivía Don Fermín, siendo el personaje central de la leyenda.
Don Fermín muere de causas naturales y su cuerpo fue instalado en la sala de la casa dentro de un ataúd con cuatro cirios de cera encendidos a su alrededor. El velorio transcurrió con normalidad, la gente llegaba, rezaba. Al medio día algunos amigos llevaron comida, a media tarde se sirvió café con pan y por la noche, después del rezo del rosario, se sirvió la cena y café negro.
Hasta aquí todo normal… lo tenebroso del asunto ocurrió, como en toda historia de terror, a las doce cuando “sonaba la última campanada del reloj de la Catedral”. Resulta que un ruido de perros peleándose y que se acercaba al lugar estremeció a la concurrencia en el velorio, estos entraron a la casa generando toda clase de desorden, tumbando el ataúd y los cirios y dejando aquel lugar en penumbras.
Los perros salieron y con ellos se fue algo muy importante: el cuerpo del señor Fermín, ya que al poner en orden el lugar descubrieron que el ataúd estaba solo, causando gran temor y admiración entre los presentes.
En esa casa (nos cuenta el maestro Alvarado) hoy día hay un café que permanece abierto hasta altas horas de la noche y que de vez en cuando, en medio de la madrugada, llega un hombre vestido de negro que dice llamarse Fermín, que pregunta por su casa para luego desaparecer…
leyenda catedral de monterrey
Fuente: “Leyendas y Testimonios de Nuevo León”, de Horacio Alvarado Ortiz.

Posts Relacionados

3 Comments

  1. Claro que son algunas Leyendas de Monterrey, las más importantes y reconocidas las tienes aquí, yo también espero poder recopilar la mayor cantidad y compartirlas con calidad desde mi blog, un saludo grande

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *